Nuestros temperamentos y nuestra forma de aprender

07/20/2020

Existen cuatro temperamentos más comunes. Dos situados en el lado extrovertido: Colérico y Sanguíneo, y los situados en el lado opuesto, introvertido: flemático y melancólico. El temperamento influye bastante en nuestra vida, personalidad y comportamiento. También afecta a la forma en que asimilamos los conocimientos

Conocer y comprender nuestro temperamento nos ayudará a encontrar nuestros puntos débiles y a trabajar sobre ellos, encontrando la mejor manera de aprender.

Colérico: fíjate un objetivo

A una persona de temperamento colérico le gusta hacer muchas cosas a la vez. Quiere ser el mejor en todas las áreas y también quiere absorber mucha información. Y esto está muy bien, ya que es útil tener conocimientos en muchas áreas.

Sin embargo, puede surgir un problema cuando un colérico quiere convertirse en un experto en un campo concreto. Cuando es difícil centrar la atención en un tema durante mucho tiempo, absorber muchos conocimientos puede ser un hueso duro de roer.

En este caso, es recomendable fijarse objetivos y alcanzarlos. Los retos son algo que gusta a los chocolateros, ¡y de qué manera! Dividir un largo proceso de aprendizaje en módulos y tratarlos como una especie de reto puede motivar positivamente.

Sanguíneo - sea proactivo

Las personas con este temperamento son los típicos extrovertidos. Disfrutan con la atención de los demás y se dejan llevar por las interacciones interpersonales. Suelen ser activos, habladores y estar "en todas partes".

El aprendizaje a través del trabajo en grupo es una gran opción, ya que los sanguíneos sacarán el máximo partido de este tipo de interacciones. Pueden poner a prueba sus habilidades en directo, cometer errores, aprender lecciones y crecer.

También es importante variar las formas en que aprenden. Cada uno de nosotros recuerda probablemente al menos a una persona del colegio que participaba en todas las actividades extra, aunque a menudo llegaba a clase sin estar preparado. Para los sanguíneos, es importante que el propio proceso de aprendizaje sea divertido y sorprendente. Por eso a veces les cuesta tanto motivarse para trabajar durante la rutina escolar.

Melancólicos: organizan el espacio y analizan en profundidad

Cuando trabajan o estudian, la mayoría de las personas con temperamento melancólico valoran un horario detallado y ceñirse a un plan, ser capaces de pensar analíticamente y estar tranquilos. Por lo tanto, merece la pena revisar detenidamente el material de formación y crear sus apuntes. Dicho contenido satisfará sus necesidades y será un puro placer utilizarlo.

Es un hecho que los melancólicos rara vez tienen problemas con el aprendizaje, y su rendimiento es a menudo de alto nivel - esto se debe al enfoque tranquilo, el análisis en profundidad.

Flemático: ve a tu ritmo

Los flemáticos, en otras palabras, son personas tranquilas, pacientes y complacientes. Les gusta trabajar a su ritmo, entonces los resultados de su trabajo son más eficaces. Sin embargo, esto no significa que participar en actividades de grupo no sea para ellos: a los flemáticos les gusta convivir bien con todo el mundo, desconfían de los conflictos, por lo que una lluvia de ideas o trabajar en grupo con ellos puede ser fructífero.

A los flemáticos, como a los melancólicos, les gusta que el proceso de aprendizaje esté planificado de antemano y, lo que es más importante, que nos atengamos a este plan. Por eso merece la pena aprovechar los distintos tipos de formación que imparten los profesionales.

También merece la pena pensar en un sistema de recompensas, ya que puede motivarle a trabajar en consecuencia.

Y, por supuesto, los consejos anteriores son una gran generalización, pero te animo a que conozcas tus temperamentos -que, por cierto, a menudo son una mezcla de varios de los anteriores- y comprendas los procesos que llevamos dentro. Considerémoslo un paso más hacia el desarrollo de la inteligencia emocional.