Enfermedades de las vías respiratorias altas. Complicaciones y trabajo.

07/07/2021

La pandemia de coronavirus plantea un enorme reto a los empresarios. Debido a una cuarentena o a que un empleado cae enfermo, el empleador pierde trabajo "a mano". No es infrecuente tener varias parejas a la vez. En el post de hoy, analizaremos el informe del estudio "Return to work of recovered workers after COVID-19 and employers' attitudes to their reported complications", realizado en colaboración entre el Instituto Médico LB y la Agencia de Investigación SW Researchonad. La actitud de las empresas suscita preocupación. En términos telegráficos, es la siguiente: "o te pones bien o pierdes el trabajo".

La medalla tiene dos caras

La actitud de los empresarios, aunque está firmemente en el filo de la navaja, no se deriva de su enfoque capitalista y sanguinario de la gestión de sus empresas. Es una situación muy difícil para ambas partes. Un empleado que se enfrenta a un "ultimátum" de este tipo experimenta una caída drástica de la confianza en su jefe. El descenso de la confianza provoca mucho estrés y, cuando está en juego el sustento, la situación se vuelve muy tensa, lo que provoca un descenso significativo de la resiliencia necesaria para luchar contra enfermedades o posibles complicaciones y el círculo se cierra.

Por otro lado, tenemos empresarios que ya han movido cielo y tierra durante un periodo de tiempo muy significativo para proporcionar a sus empleados diversos paquetes médicos adicionales, jornadas reducidas o días de enfermedad pagados y, a menudo, semanas. Todo esto tiene un coste y, a pesar de las mejores intenciones de los empresarios, la "bolsa" no tiene fondo.

Un puñado de estadísticas

El 24% de los empresarios declararon haber adoptado las medidas mencionadas. Sin embargo, al 42,7% no se le ocurrió facilitar información sobre la enfermedad a su empleador y el 18,4% consideró que esta información no era importante para su jefe. En relación con el simple hecho de tener trabajo, el 12% no planteó el tema a su jefe y el 13,2% pensó que los síntomas pasarían rápidamente. El 30,4% se ausentó del trabajo por enfermedad durante un período de 7 a 14 días, pero sólo el 26,2% lo hizo durante un período de 15 a 21 días. Sólo el 4% no hizo ninguna pausa en el trabajo. Además de esto, había otros factores relacionados con la propia enfermedad, pero también con la situación pandémica. Entre ellos, la depresión ambiental. Esto se debe a factores como toda la situación del coronavirus. Esto ha provocado un aumento de las bajas por enfermedad debidas a episodios depresivos, de hasta un 71% en 2020 en comparación con 2019. La suma de todo esto asciende a decenas de millones de días de ausencia del trabajo. Se trata de un coste nada desdeñable para unos empresarios exhaustos.

Las enfermedades de las vías respiratorias altas son complicaciones

Este grupo de enfermedades, deja graves huellas en la salud de una persona tras su curso. Debilidad, falta de energía, estado de ánimo decaído, deterioro de la memoria son algunas de las más "leves". Ya sabemos que el virus ataca el sistema nervioso humano, lo que, además de la pérdida más común del olfato y el gusto, también se asocia a la disfunción cognitiva humana. Es lo que se conoce como "niebla cerebral". La trombosis posvacunación, que cada vez se señala más como consecuencia directa de la vacuna, también es un fenómeno preocupante. Podemos dar muchos más rastros del curso de la enfermedad, pero sólo queríamos llamar la atención sobre los daños psicosociales y económicos causados por la pandemia. Se trata de una grave amenaza para el funcionamiento de las empresas polacas y de toda la economía de Nuestro País. Nos gustaría escribir algo positivo al final de esta entrada, pero cómo se desarrollará todo, simplemente ni nosotros ni nadie lo sabe.

Autor: Przemysław Nowacki