Incorporación remota. Un proceso muy importante y cojo...

04/07/2021

El trabajo a distancia está provocando sucesivamente una crisis cada vez más profunda en la vinculación de los empleados. Según un estudio de Gartner, sólo el 40% de los empleados tiene un sentimiento de pertenencia a su organización. El problema es aún peor para los nuevos empleados; sólo el 32% de los empleados contratados en los últimos 12 meses tienen un sentimiento de pertenencia a su organización. Según la encuesta, los profesionales de RRHH ya prevén que casi la mitad de los empleados seguirán trabajando a distancia cuando termine la pandemia.

Retos del trabajo a distancia

Sin duda, el mayor reto del trabajo a distancia es mantener la productividad y la cultura de la organización. Los empleados que se pasan a la modalidad de trabajo desde casa afirman tener un contacto menos frecuente con sus compañeros y las interacciones son de naturaleza más transaccional. Esto provoca un problema muy serio a la hora de crear un vínculo cultural para una organización. Imagínese: si los empleados actuales, es decir, las personas que entienden la cultura organizativa de una empresa determinada, están "desenganchados", ¿qué esperanza tienen los nuevos empleados de desarrollar un sentimiento de pertenencia? La cultura organizativa no es sólo algo que los empleados tienen que tener: Happy Hours, actividades para fomentar el espíritu de equipo, etcétera. También es un elemento de diferenciación competitiva. Cuando trabaja con una empresa, el cliente observa y ve cómo actúan los empleados entre sí, el grado de intimidad y, en consecuencia, si dan la impresión de ser una empresa cordial. Esto influye en el éxito financiero de la organización y, según un estudio de Gartner, el porcentaje llega al 70. Sin duda, un beneficio adicional es el mayor nivel de compromiso del equipo de empleados y el deseo de permanecer en el lugar de trabajo.

Onboarding tradicional

Los responsables de RR.HH. utilizan el onboarding para ayudar a los nuevos empleados a aclimatarse y conectar con la cultura de la organización. Los métodos tradicionales de incorporación no funcionan bien con los nuevos empleados. Antes de la pandemia, sólo el 44% de los reclutadores afirmaba que el proceso de incorporación de su organización integraba a los nuevos empleados en la cultura de la empresa. Sólo el 33% de los empleados estaban satisfechos con la cultura y la formación de su organización. Aunque tradicionalmente el proceso de incorporación a menudo ha fallado a la hora de conectar a los nuevos empleados con la cultura de la empresa, los responsables de RR.HH. daban por sentado que los nuevos empleados adoptarían los valores corporativos y las formas de trabajar de forma "orgánica". Había método en esta locura: los nuevos empleados se vinculaban a la cultura organizativa simplemente viviéndola y observándola en sus interacciones cotidianas, conociendo a sus vecinos de pupitre o manteniendo conversaciones informales en la sala social. Hoy en día, estas oportunidades son mucho más limitadas: es más difícil captar las normas en reuniones virtuales o conectar con los compañeros cuando no se sabe a quién dirigirse o lo abiertos que serán. Los nuevos empleados necesitan ver cómo la organización alcanza y cumple sus objetivos. Los empleados con más experiencia pueden saber cómo se traduce el propósito de la organización en impacto empresarial, pero los nuevos empleados no tienen esta visión de la organización.

Incorporación remota

Enfrentados a un entorno virtual -en el que prácticamente trabajan ahora la mayoría de las empresas-, las oportunidades de establecer conexiones culturales orgánicas se han reducido enormemente. Se trata de una tarea muy difícil porque los contactos personales se basan en detalles de comportamiento. Se podría decir que el diablo está en ellos. Como sabemos, la comunicación verbal es sólo el 30% de nuestra capacidad total para comunicarnos. Señales como el tipo de sonrisa -si toda la cara sonríe o sólo la boca- son información muy importante que nuestro cuerpo capta para analizarla. A partir de estas pequeñas informaciones, construimos un mensaje eficaz, comprensible porque se apoya en esta comunicación no verbal. Es una buena idea utilizar herramientas de gestión, plataformas de organización integral del trabajo. Ofrecen muchas funcionalidades adaptadas a cada nivel de empleado de la empresa. El principio de este tipo de solución es crear una especie de estructura a distancia similar a las prácticas de trabajo estacionarias. Las actividades individuales se llevan a cabo desde nuestra cartera de empleados, que contiene toda la información necesaria para realizar nuestro trabajo, documentos, contratos, archivos, etc. En el caso de la incorporación, nuestros especialistas en RRHH tienen la oportunidad de planificar un proceso de inducción detallado para cada empleado individual, preparar un conjunto de documentos necesarios para él o ella, o recomendar la formación adecuada, por ejemplo en un área especializada, a su perfil. La creación de este tipo de instrucciones individuales y detalladas para cada empleado acelera considerablemente el proceso de incorporación y, gracias a la planificación individual, podemos tener en cuenta la información relevante para cada empleado, lo que a su vez crea la cultura propia de la organización.