Inteligencia emocional: para gestionar hay que comprender

02/19/2020

En el post de hoy, me gustaría profundizar en el tema de la gestión, en el sentido de una persona que saca el máximo partido de su equipo... utilizando, por supuesto, los talentos de cada miembro del equipo al máximo de su capacidad con el fin de producir resultados óptimos para la empresa. Para lograrlo, el responsable debe conocer lo más íntimamente posible a sus colaboradores: sus puntos fuertes y débiles, sus estados de ánimo o sus hábitos. Cada uno de nosotros es un ser emocional y nuestras decisiones están en la gran mayoría de los casos "impulsadas por las emociones" - es un término muy utilizado en psicología. La emocionalidad también está condicionada a nivel fisiológico. Cada información que recibe nuestro sistema nervioso central al principio de su recorrido pasa por el sistema límbico (el sistema de las emociones); de ahí el término común: "todo está filtrado por las emociones". Por lo tanto, un ejecutivo debería sin duda poner un sólido énfasis en el tema de la inteligencia emocional como una herramienta muy eficaz en el liderazgo efectivo.

Eficacia del liderazgo

La eficacia del liderazgo, entendida como la eficiencia y efectividad de la acción directiva, es el elemento más esencial para el buen funcionamiento de una organización. Hace que los objetivos fijados por la organización sean los correctos y que su consecución se logre con la utilización óptima de todos los recursos de la organización. La eficacia de la gestión es, por tanto, una categoría que requiere una investigación y un análisis especialmente exhaustivos, ya que afecta directamente a la eficacia y la eficiencia de la organización. El propósito de esta entrada es un intento de identificar el impacto de la inteligencia emocional en la eficacia de la gestión. El tema es importante porque, como dice M. Morawski: "no podemos seguir tratando a una organización en términos de <>, sino que debemos verla como un sistema social flexible, que requiere confianza, cooperación y asociación". El eje de gestión estará formado por: información - emociones - conocimiento - creatividad"

Funciones de la gestión

La gestión comprende cuatro funciones básicas

  • planificar y tomar decisiones relacionadas con la planificación,
  • organizar,
  • liderar (dirigir a las personas, motivar),
  • controlar y evaluar el rendimiento.

El propósito de la planificación es seleccionar entre un número infinito de posibilidades objetivos para la organización y desarrollar normas y formas de alcanzarlos. Organizar consiste en proporcionar los recursos adecuados y establecer normas para su flujo. Dirigir implica una secuencia de actividades orientadas al personal que van desde desarrollar y comunicar una visión, implicar a todos y garantizar horarios de trabajo adecuados, motivar y crear autoridad personal. La finalidad de las actividades de seguimiento, control y evaluación es determinar en qué medida la organización está logrando sus objetivos y si los recursos no utilizados son mayores o menores de lo previsto, y por qué.

Las funciones de los directivos

Además de desempeñar las funciones descritas anteriormente, cada directivo desempeña una serie de papeles en la organización muchas funciones. En el transcurso de sus investigaciones, Henry Mintzberg descubrió que cada directivo desempeña 10 funciones, que pueden agruparse en tres categorías.

Estas son: roles interpersonales (representante, líder, enlace), que implican una variedad de interacciones con otras personas, roles informativos (observador, promotor, defensor), que implican el procesamiento de toda la información, roles de toma de decisiones (emprendedor, contra-perturbador, guardián de los recursos, negociador) orientados en torno a la toma de decisiones y la prevención de conflictos. Mintzberg creía que la eficacia de la gestión no depende de quién ocupa un puesto, sino de hasta qué punto es capaz y está dispuesto a desempeñar las funciones que implica ese puesto.

  • Representante : actúa como cabeza simbólica de la organización. Representa a la organización en sus relaciones con el entorno externo.
  • Líder - responsable de estimular y motivar a los subordinados y a los equipos para que actúen de forma productiva y conforme a los objetivos acordados.
  • Oficial deenlace - responsable de conformar y mantener una red eficaz de vínculos internos - integrador interno.
  • Observador: recopila la información necesaria para la toma de decisiones.
  • Promotor : forma y comunica la imagen correcta de la organización.
  • Defensor : interpreta las decisiones y el comportamiento de la organización ante los empleados y el entorno.
  • Emprendedor : crea el cambio y la innovación en la empresa.
  • Disruptor - resuelve conflictos/problemas cuando surgen.
  • Asignador de recursos (allocator) - decide el flujo de recursos dentro de la organización para su uso óptimo.
  • Negociador - llega a un entendimiento común a través de la negociación.

Como vemos, el directivo debe ser una persona muy versátil, y cada una de las funciones que se le asignan es crucial para el funcionamiento eficaz del equipo, como una máquina bien engrasada. Todas estas cualidades hay que trabajarlas con valentía, y trabajar con otra persona, aunque a menudo sea exigente y absorbente al máximo, ¡es una de las que más satisfacción y alegría dan!