Organización que gestiona su propio desarrollo

04/28/2021

¿Qué es una organización? Varias definiciones incluyen frases basadas o referidas explícitamente a "un conjunto de personas, individuos". El sentido de comunidad se ha convertido en una piedra angular de la civilización. Lo mismo ocurre en el trabajo profesional. Las personas buscan oportunidades para intercambiar puntos de vista con otros empleados con los que comparten un sector, una empresa o un equipo similar o el mismo. Intercambian experiencias, discuten cuestiones teóricas, prácticas y comparten preocupaciones. Hablan entre sí de todo tipo de formas, desde chats en páginas web hasta reuniones informales de dirigentes de empresa.

En las organizaciones que quieren gestionar su propio desarrollo en la medida de lo posible, los líderes suelen reunirse y debatir los problemas actuales y futuros, analizar los planes y el grado en que se están aplicando, y buscar nuevos caminos. En las empresas se crean grupos de intercambio de experiencias para ayudar a los directivos a superar los retos diarios. Por desgracia, nuestras empresas no siempre se encuentran en una fase de desarrollo "sano" y gestionado. Hay muchas en las que el exceso de control, el mando y el "control manual" están a la orden del día. Esto conduce a reacciones retardadas, impotencia aprendida y falta de flexibilidad por parte de los empleados. La organización no consigue desarrollarse, o los costes de este desarrollo superan con creces la sensación de beneficio.

Una de las claves del éxito para construir una organización que controle conscientemente su desarrollo es crear la cultura adecuada. La capacidad de poner en práctica los valores y actitudes correctos, creando y aplicando las normas y estándares de trabajo adecuados, se convierte en una capacidad esencial de todos los directivos, entrenadores, formadores y otros asesores empresariales. Hay muchas formas de crear una cultura en una empresa en la que los empleados se sientan seguros, asuman responsabilidades y, en consecuencia, hablen abiertamente de los retos de su labor profesional: aprenden.

La importancia de un objetivo claro

El desarrollo colaborativo y cooperativo requiere que las personas se comprometan plenamente con las ideas y asuman retos. Si la misión, la visión, los objetivos y la motivación de la empresa no están claros para ellos, es probable que los proyectos fracasen o que los costes de ejecución sean prohibitivos. Por lo tanto, es imperativo que nos aseguremos de que nuestros subordinados están tan familiarizados y aceptan los objetivos de la organización como sea posible. Esta forma de proceder ayuda a llegar a un acuerdo sobre funciones y responsabilidades, facilita la formulación y mejora de las normas básicas y los procesos de equipo, y facilita la definición del modelo de liderazgo deseado.

Una mentalidad abierta

Una cultura organizativa en la que los empleados se sientan seguros les ayuda a pensar de forma creativa. Quedarse constantemente en los mismos temas y soluciones probadas no lleva a ninguna parte. Los empleados están mejor preparados para las sorpresas, profundizando y descubriendo aquellas habilidades que les ayudarán a mirar abiertamente hacia el futuro.

Fomentar una cooperación fructífera

Es muy importante reconocer y poner en contacto a personas dispuestas a asumir responsabilidades y hacer algo más que lo mínimo. Una colaboración fructífera significa invitar a los empleados a participar en las decisiones. Esta actitud de los directivos se convierte en fuente de inspiración para las personas y engendra compromiso y creatividad. Intente ver el aprendizaje como un proceso vivo y dinámico y obtendrá una actitud positiva que le llevará a usted y a su empresa al éxito.