Un reto para la mitad de los empresarios

07/29/2021

Según el estudio de ADP "People at Work 2021: A Global Workforce View', casi el 50% de los empleados polacos se plantea cambiar de empresa. En comparación con el resto de países del viejo continente, estamos definitivamente a favor del cambio. La distribución por categorías resulta interesante

  • Mujeres 54
  • Hombres 50%
  • Generación "Z" 60%

Todos manos a la obra

El informe de ADP muestra que no estamos apegados al lugar de trabajo. Sólo uno de cada cuatro empleados afirma que tiene intención de permanecer en su empresa actual en los próximos dos a cinco años. Contrariamente a las predicciones anteriores, la situación de pandemia no ha convertido el mercado de empleados, en un mercado de empleadores. Como resultado, los empleados potenciales (especialmente los jóvenes) están hablando con más atrevimiento sobre lo que esperan de su futuro empleador. No quieren trabajar a expensas de su vida privada. Las horas extraordinarias muy largas y frecuentes, el trabajo de fin de semana, etc. no son una opción. Los jóvenes valoran mucho el equilibrio vida-trabajo y se preocupan por su entorno privado. El factor económico también entra en juego. El mundo se está recuperando de la pandemia y con él la economía mundial. Como consecuencia, la demanda de empleados por parte de los empresarios es muy alta. Los jóvenes son muy conscientes de este hecho y exigen audazmente salarios atractivos, sobre todo cuando se trata de personas cualificadas.

Un reto para los RRHH

En este punto, también merece la pena mencionar los resultados del estudio de ManpowerGroup "Escasez de talento", que muestra que 8 de cada 10 empresarios en Polonia tienen problemas para encontrar empleados con las cualificaciones adecuadas para ellos. Se trata de un aumento a gran escala. En 2019, el 70% de las empresas hablaron de este problema, pero en 2018, el porcentaje fue del 51%. Aquí se puede observar una tendencia al alza de más de un tercio.

Deterioro de las condiciones de vida

La situación de pandemia, y por tanto el cierre de muchas ramas de las economías de todo el mundo, debió provocar, y de hecho provocó, una importante crisis financiera. La economía apenas se mantenía en pie tras el duro golpe. Como consecuencia, muchos empleados tuvieron que hacer frente a recortes salariales, reducciones de jornada o incluso supresiones de empleo. No es de extrañar, pues, que un grupo de ellos no vinculara su futuro a su actual lugar de trabajo. Temiendo por su empleo y por mantener su vida al nivel actual, no era raro que los empleados decidieran tomar medidas para mejorar sus condiciones financieras. Un método popular para reducir los gastos fijos en los que incurrían cada mes era trasladarse a un lugar que les permitiera alquilar un piso a un precio mucho más bajo. El trabajo a distancia fue otra solución que permitió a los empleados realizar tareas relacionadas con su trabajo desde cualquier lugar de Polonia o del mundo. Como resultado, muchos polacos han optado por regresar a sus ciudades de origen, donde la incidencia de los Covid ha sido mucho menor que en las grandes aglomeraciones urbanas.