Cuando falta motivación...

10/12/2020

En el transcurso de nuestro trabajo, a veces nos encontramos con tareas que sencillamente no queremos hacer. Las dejamos para mañana, con la secreta esperanza de que de algún modo desaparezcan de nuestra lista de tareas. Esto provoca estrés y remordimientos, porque tenemos que hacer algo, pero nos falta motivación... ¿le suena?

La palabra motivación viene del latín "motus", que significa movimiento. Por definición, es un concepto complejo, un estado de disposición a actuar respaldado por un conjunto de procesos psicológicos y fisiológicos. Esta complejidad también la vemos en la práctica, sobre todo cuando nos falta esta motivación.

Varias caras de la motivación

La motivaciónextrínseca, sacada directamente de los discursos motivacionales: este tipo de reuniones, a menudo dirigidas por un orador carismático, suponen un enorme chute de motivación en sí mismas, ya que dejan en los participantes la convicción de que pueden hacer cualquier cosa y de que vale la pena empezar hoy mismo.

Lamotivación militar, que consiste en presionar a un subordinado: en este caso, el empleado está motivado para actuar y cumplir con sus obligaciones porque sencillamente no quiere un enfrentamiento con su superior.

La tercera cara de la motivación es la intrínseca. Con ella nos referimos al esfuerzo por despertar la voluntad interior de actuar, y en este caso, de nada sirven los superiores o los coaches motivacionales.

Existen aún más formas de motivar. Hoy nos centraremos en un método que puede ayudar cuando falta la motivación y se acumulan las tareas que realmente no queremos hacer.

¿Qué merece la pena hacer?

  • Haz tu lista de tareas, con especial atención a esos temas difíciles que intentamos procrastinar.
  • Al lado de cada tarea escribe sucesivamente: 10, 20, 30.
  • Ahora necesitaremos un cronómetro.
    Programa una alarma para 10 minutos, y durante este tiempo haz la tarea 1 de la lista. Una vez transcurridos los diez minutos, puedes pasar a la tarea dos, tres, etc. Una vez que hayas repasado toda la lista, pon el despertador a veinte minutos y repite los pasos anteriores. Si es necesario, repite los pasos con treinta minutos.

Al principio, este método puede parecer una tontería. Al fin y al cabo, se habla tanto de no asumir varias tareas a la vez que resulta ineficaz. Sin embargo, funciona muy bien para esas tareas que tanto rehuimos. El problema con esas "barajadas" no es terminarlas, sino empezarlas. Porque en nuestra mente se convierten en un gran problema. Cuando aplicamos el método anterior, descubrimos que somos capaces de terminar la mayoría de estas tareas problemáticas en los primeros diez minutos. Es más, saber que sólo dedicaremos diez minutos a una tarea odiada de alguna manera nos da una sensación de calma: ¡este rigor del tiempo evitará que nos quedemos atascados en un sitio durante más tiempo!

Si en tu camino te encuentras con una tarea que no es necesariamente una de tus favoritas, ¡afróntalo!
La procrastinación (más sobre ella en este post) no es la mejor forma de resolver los problemas. Afortunadamente, existen muchas soluciones de este tipo en la literatura general. El método 10/20/30 es una de ellas. No dudes en probarlo y buscar otras formas interesantes de mejorar tu trabajo.